lunes, 14 de diciembre de 2009

Otra vez en el abismo. Otra vez casi a punto de caer. Otra vez las heridas se abren y no paran de sangrar, y tengo miedo de que me empujen y ya no pueda salvarme.
Aumenta, aumenta... no se detiene.
Lanzo mi último mensaje en la botella en la inmensidad de este océano, esperando que alguien escuche, que alguien sepa, que si no me rescatan ya no podré sobrevivir. Ya no tengo fuerzas para aguantar.
Por favor que alguien me rescate. Por favor que este flujo sin retorno no se lleve hasta la última gota de mí.
La muerte se acerca con su paso lento y amenazante. Esta vez tal vez no pueda resistir. Esta vez el dolor tiene que salir. Quiero dormir eternamente a la sombra en un gran jardín. Quiero olvidar que existo, porque existir es sentir y ya no quiero sentir ESTO. No quiero sentir más. Quiero que mi mente se duerma, se anestecie. Quiero que esta tortura se termine de una vez.

Destino

"Ciego a las culpas, el destino suele ser despiadado con las mínimas distracciones..."

(Jorge Luis Borges, "El Sur")